El triángulo equilátero desde la antigüedad se ha considerado el símbolo de la perfección, la armonía y la sabiduría, así como la representación de los tres atributos divinos, la fuerza, belleza y sabiduría. También representa a los reinos mineral, vegetal y animal.
En el mundo alquímico y esotérico, si el triángulo apunta hacia arriba representa el Sol, el fuego de la Alquimia y el sexo masculino (espada).
Si por el contrario el triángulo apunta hacia abajo representará la Luna, el agua en la Alquimia y el sexo femenino (copa) la gran madre.